Si bien se reduce la sección circular de la tubería, por lo general la capacidad hidráulica del sistema suele aumentar por efecto del cambio de materiales ya que el PVC cuenta con un coeficiente de fricción mucho menor que el de los otros materiales normalmente empleados en alcantarillados.
La regla general es que el by-pass no se requiere cuando el calado de agua no exceda 1/3 del diámetro y/o cuando la velocidad no sea tal que ponga en peligro el arrastre de la máquina bobinadora o su operario.
Los temas a considerar son; (i) cargas estáticas y dinámicas a que será sometida la nueva tubería, (ii) nivel freático sobre el tubo, (iii) caudales y niveles de agua en la tubería a rehabilitar, (iv) acceso a las cámaras de inspección, (v) infiltraciones en la tubería existente, (vi) posible deformaciones de la tubería existente que altere la geometría de manera significativa y (vii) existencia de tomas domiciliarias. El análisis previo, durante la fase de ingeniería, empleando inspecciones con CCTV y Perfil Laser será determinante para la adecuada definición de las recomendaciones a dar para la mejor solución de rehabilitación.
Cada sistema tiene sus particularidades, sin embargo, podemos afirmar que la tecnología SWP suele ser la mejor solución para la rehabilitación de alcantarillados dada su simplicidad, rapidez de instalación, bajo riesgo, el que se pueda instalar con flujo de agua y que tiene un bajo impacto a la comunidad.
Si la tubería de alcantarillado existente está colapsada y no hay continuidad en una sección determinada, es necesario la reposición de dicho segmento de la tubería por métodos convencionales para, posteriormente, proceder con la rehabilitación del tramo completo. También en los casos donde las cargas externas exceden la capacidad portante de la tubería SWP
En función de las características de cada caso, se debe determinar la mejor opción entre los tres sistemas disponibles; el sistema DiaFit, para diámetros entre 200 a 1200 mm; el Sistema SL para diámetros entre 450 y 1.500 mm; y, el sistema XL abarca diámetros entre 1200 y 2500 mm. En la actualidad, se trabajan para lograr llegar a 3.000 mm
Sí. Los materiales que se utilizan son los mismos empleados en la fabricación de tuberías de PVC típicamente enterradas. Es una material capaz de soportar esfuerzos de tensión y de flexión en el largo plazo.
Durante el proceso de ingeniería se debe: verificar el diámetro de la tubería existente; determinar la profundidad de la tubería (altura del relleno); estimar las cargas de tráfico; conocer la altura del nivel freático (si existe); determinar el peso (densidad) del material de relleno sobre la tubería; verificar las posibles deformaciones de la tubería a rehabilitar, estimar los caudales de agua, identificar la existencia de conexiones domiciliarias; definir el acceso adecuado y verificar la estabilidad de las cámaras de inspección (pozos de registro o bocas de vista); estudiar la necesidad del control del flujo de aguas existentes.
Previo al proceso de construcción se debe completar la limpieza de la tubería anfitriona; conducir inspección con CCTV y perfil láser para verificar los supuestos hechos en la fase de ingeniería; realizar el obturamiento provisional de las tomas domiciliarias; y, determinar la posición espacial de las descargas domiciliarias para su reapertura.
La tubería anfitriona a rehabilitar se debe limpiar debidamente de desechos, sedimentos, incrustaciones y, en caso de tener fugas e infiltraciones, se deberán sellar previo a la rehabilitación con SWP.
La tubería a rehabilitar debe ser de geometría circular y deben analizarse sus deformaciones circunferenciales. Para colectores de geometría diferente, habría que evaluar los volúmenes de mortero a rellenar entre la estructura existente y la tubería SWP a instalar, así como la posible afectación hidráulica del sistema.
En principio no existen limitaciones de longitudes de tuberías a rehabilitar, pero si es requerido trabajar entre cámaras o bocas de visita existentes. Por otra parte, hay experiencias de fabricación de tuberías en sitio con tecnología SWP, a cielo abierto, con longitudes que superan los 200 m. En la tecnología de contacto íntimo (DiaFit) podría haber limitación de longitud entre Pozo y Pozo. En casos fuera de la regla podría ser necesaria la construcción de accesos intermedios. En las tecnologías de diámetro fijo (SL o XL) es posible unir bobinas consecutivas de perfil para poder hacer tiros más largos. La presencia de agua en la tubería facilita la flotación y por lo tanto pueden hacerse tramos más largos de lo normal.
Es perfectamente factible. Es importante poder desviar o interrumpir el servicio de las tomas domiciliarias durante el proceso de rehabilitación con SWP. Completada la rehabilitación se deben reabrir las tomas, bien sea con robótica o manualmente, donde el acceso de personal lo permita.
Los valores de carga viva (tráfico) y peso muerto (altura del relleno sobre la tubería), son elementos esenciales para determinar cual será la solución mas adecuada para la rehabilitación Los tres sistemas; DiaFIT, SL o XL, tienen diferentes perfiles que permiten optimar la solución mas apropiada a cada caso.
Conocida la importancia de impactar lo menos posible a la comunidad, tanto en molestias por tráfico como en tiempos perdidos, la tecnología SWP facilita y minimiza su afectación en superficie. La huella en superficie del sitio de obra, para la manipulación de equipos y materiales, será de 15 a 20 m de largo, solo en un canal. No es necesario utilizar ambas vías de la calzada; por lo que, el tránsito se regula, pero no se detiene totalmente.
La rehabilitación con tecnología SWP requiere ir de una cámara de inspección hasta la otra cámara de inspección. Cualquier situación fuera de esta regla es mejor analizarla con el contratista responsable de la instalación y el fabricante.
La especificación estándar para sistemas de rehabilitación de tuberías por el método SWP (Spirally Wound Pipe) utilizando tuberías formadas helicoidalmente en sitio, es para sistemas abiertos por gravedad, desde y hasta las cámaras de registro
Si. Se emplea para la fabricación de tuberías hechas en sitio, en instalaciones a cielo abierto, que elimina los acoples y reduce considerablemente los costos de logística asociados con transporte, izamiento y almacenaje. Igualmente se emplea para encofrados de columnas de concreto y para la reparación de puentes.
La pendiente no es limitante para la selección de la tecnología; sin embargo, deben tomarse las medidas adecuadas durante la colocación del mortero de relleno en el espacio anular entre la tubería anfitriona y la tubería nueva.
El material de la tubería existente no es determinante en el análisis para rehabilitar con la tecnología SWP; lo importante es tener la garantía de la continuidad del tramo a rehabilitar, la limpieza previa y determinar las posibles deformaciones existentes, para poder validar el diámetro de diseño.
Al igual que con cualquier otra tecnología, las características del terreno natural circundante deben tomarse en consideración ya sea para instalación, diseño o ambas.
Para usar la tecnología SWP en tuberías colapsadas parcialmente, se debe restablecer la sección de la tubería por métodos convencionales y, posteriormente, proceder con la rehabilitación de todo el tramo. Durante la inspección con CCTV y perfil laser, en la etapa de ingeniería, se determinarán las acciones correctivas previas para poder iniciar el proceso de rehabilitación con SWP.
Para esto se utilizan los métodos conocidos en la Industria como robots cortadores. Cuando hay acceso humano se pueden hacer manualmente. Si el nivel freático se encuentra por debajo de la tubería, el Cliente podría no solicitar el sellado de las acometidas. En el sistema SWP la apertura y sellado se pueden hacer de inmediato una vez terminada la fabricación de la tubería. No hay que dar tiempo para curados.
SWP no se recomienda al contacto prolongado con aguas cuyas temperaturas excedan 60°C. Adicionalmente, durante la instalación y, dependiendo del perfil a usar, se sugiere consultar al Fabricante cuando la temperatura del perfil sea inferior a 12°C